Las prácticas del riego, la poda y el alambrado y los transplantes deben ser periódicas para asegurar el bienestar del bonsai. Poco a poco iremos viendo las prácticas que faltan por desarrollar.
Los frecuentes riegos y el mismo crecimiento del arbolito disminuirán la capacidad nutritiva del sustrato, por ello debe hacerse una renovación periódica. Al efectuar dicha renovación, es conveniente aprovechar para podar las raíces.
El periodo es variable y dependerá del tipo de planta. Las coníferas se transplantarán cada 4 a 6 meses y las leguminosas cada 3 a 4 meses. Lo anterior depende del crecimiento que observemos en nuestro bonsai.
Al transplantarse, si fuera necesario, se debe aplicarar un abono en la cantidad apropiada sin excederse para no quemar la planta. Posteriormente, se debe regar y asperjar el bonsai.
