Luego de un recorrido por la ciudad y de ver que varios autos, principalmente de lujo, hacían caso omiso a las reglas de estacionamiento en la ciudad, Zoulkas dice que la solución estaría en utilizar un tanque para resolver el problema, pues las multas no funcionan.
Acto seguido, el funcionario aborda un tanque de guerra y sin pensarlo dos veces, pasa por encima de un Mercedes Benz para luego advertir que lo mismo le pasará a cualquier auto que esté estacionado ilegalmente en la ciudad.
El dueño del vehículo, asombrado, sale de una tienda e intenta activar el control remoto para luego encontrarse con Zoulkas, quien al extenderle la mano para saludarlo, le pide que “la próxima vez estaciona tu auto correctamente”.
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