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lunes, 19 de septiembre de 2011

Arashá: El trópico en medio de los Andes

A pocas horas de la ciudad, la naturaleza nos brinda un espectáculo de flora y fauna que ha sido reconocido con un premio internacional.Arashá: El trópico en medio de los Andes
No es ningún secreto que Ecuador es un país privilegiado por su ubicación geográfica, su clima y sus recursos naturales. Tampoco lo es que en el extranjero se busca a nuestro país como un lugar para realizar turismo natural y de aventura, avistar aves y recorrer en pocas horas escenarios tan diversos como maravillosos. Es así que emprendimos nuestro viaje hacia el interior de la serranía admirando su tan típico páramo. Nos dirigíamos al noroccidente de Pichincha e increíblemente el paisaje que nos había acompañado hasta aquí empezó a cambiar. Atrás quedaron las montañas frías y se abrieron paso ante nuestros ojos la magia de la selva y del bosque tropical, nada común a los 600 metros de altura en que nos encontrábamos. Habíamos llegado a Arashá.
   
A PESCAR Y TOMAR EL SOL
Arashá es el nombre de una fruta originaria de la selva de Brasil, que también se da en esta región andina del Ecuador, y que inspiró lo que hoy es el mejor resort y spa del país según World Travel Awards, que le ha concedido al lugar este galardón por dos años consecutivos. El clima de la zona y la flora y fauna que allí existen enamoran a quienes huyen de las grandes ciudades en busca de tranquilidad a través de la pesca, los paseos, el avistamiento de aves, la toma de sol...pero también despiertan el sentido de aventura con el kayaking, rafting y tubing, deportes extremos que realizados en este entorno hacen que quienes van por primera vez se vayan con ganas de regresar.
   
Tras nuestra llegada nos dedicamos a conocer el sitio, nos dejamos llevar por los senderos que conducen a varios arroyos y lagunas y quedamos encantados con la variedad de flores, helechos, pájaros y mariposas que nos acompañar n en el recorrido. Hay dos cosas que no puedes dejar de hacer en este punto: pescar tu propia tilapia en el laguito Mindo (y llevarla congelada a casa si lo desea) y tomar el sol en las playas de arena del río Negrito. 
   
AVENTURA NOCTURNA
Si aceptas un consejo, levántate temprano a contemplar el amanecer y disfrutar de los sonidos de la naturaleza que despierta. Aprovecha las primeras horas de la mañana para hacerte un masaje, sumergirte en el hidromasaje y aplicarte un tratamiento de rejuvenecimiento en la piel. Deja a un lado la pereza y aprovecha el entorno para hacer algo de ejercicio y nadar en la piscina cuya agua proviene de las vertientes naturales.

Totalmente renovados, nos aventuramos en una larga caminata hacia la cascada Esmeralda, una caída de agua de 42 metros de altura, todo un espectáculo digno de admirar. Exhaustos y con mucha hambre, encontramos dos opciones a la hora de comer: el restaurante El Bosque, de cocina internacional y ecuatoriana; y el restaurante Hotaru, especialista en comida oriental. Nuestra recomendación es que no dejes de probar la tilapia en salsa tropical y el coctel Arashá y que aproveches la noche para hacer un tour nocturno con antorchas. Es una visión totalmente distinta de la selva.
   
PARA ESPIRITUS ARRIESGADOS
Vuelve a salir el sol y, junto con él, 23ºC que nos animan a ir hacia el río Caoni para subirnos a un bote y practicar algo de rafting. Somos inexpertos, pero la calma de la corriente nos permite divertirnos y estar seguros todo el tiempo. Varios turistas extranjeros (que son el 40% de los visitantes al año) nos cuentan que han venido hasta aquí para disfrutar de los ríos del Ecuador de los que han oído mucho.  Acostumbran a practicar este deporte durante sus viajes y, por ello, son llevados al Blanco y al Toachi para aprovechar la fuerza de las aguas. Otros se aventuran subiéndose en un kayak y algunos prefieren el tubing. Ir por el río sobre un tubo de goma se convierte en una experiencia diferente.

Es hora de volver a la "realidad" de la ciudad, pero antes pasamos por la fábrica de chocolate, en donde participamos en el proceso de elegir pepitas de cacao que terminan convertidas en un delicioso fondue con el que bañamos pedazos de fruta fresca. Emprendemos el regreso a Guayaquil, cinco horas de viaje en las que nos preguntamos constantemente cuándo nos atreveremos nuevamente a internarnos en aquel pedacito de trópico en medio de los Andes.
   
  
PARA ORIENTARSE...
Cómo llegar: Desde Quito, toma la vía de la Mitad del Mundo, pasa Calacalí, Nanegalito, Los Bancos y la entrada a Pedro Vicente Maldonado. Avanza 4,5 kilómetros de camino hasta llegar al resort.  Desde Guayaquil, toma la carretera a Santo Domingo de los Colorados y luego el que va a Esmeraldas, pasa La Concordia, La Independencia y vira a la derecha donde está la señal de Arashá, cerca de la gasolinera. Avanza desde este punto 51 kilómetros más.
   
Qué llevar: camisetas, pantalones cómodos, zapatos para caminar, traje de baño, gorra, protector solar, gafas, cámara de fotos.
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