En verano, con el buen tiempo, los niños pasan mucho en el aire libre, además, con el calor aumenta la cantidad de insectos en el ambiente. Por todo ello, es muy frecuente que a los pequeños les pique algún tipo de insecto, como los mosquitos o las avispas.
.Las picaduras provocan una irritación a la piel algo molesta para los pequeños, y más para los bebés, que no entienden porqué les pica. Para ello existen repelentes adecuados para la piel, o también productos que emiten sonidos que repelan a los bichos. Para después de la picada, existen productos que alivian el picazón o el ardor.
La reacción más común a la picadura, es la local e intensa, por lo que el niño sentirá un picor nada peligroso. No obstante, existen dos otras posibles reacciones: la alergia, con la que el niño podría tener problemas respiratorios o padecer urticaria; o la intoxicación, ésta ya menos común.
Sobretodo habrá que tener especial cuidado cuando se vaya al campo o en zonas con abundantes insectos y proteger bien a los pequeños para evitar cualquier pequeño incidente.
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